De vez en cuando recibo correos o me llaman amigos que me piden una recomendación a la hora de elegir un objetivo para retratos. Recomendar un buen objetivo para retratos es muchas veces complicado por el desembolso que uno debe realizar y porque en el campo de la compra de material fotográfico, salvo contadas excepciones, no se admiten cambios o devoluciones. Así que aprovecharé este artículo para tratar de dar unas pinceladas a la materia y orientarte lo mejor posible si te estás planteando comprar un objetivo para retratos. ¿Quieres saber qué cosas deberías tener en cuenta?
¿Realmente necesito un objetivo para retratos?
Si te has hecho alguna vez la pregunta, probablemente ya tienes la respuesta.Imagino la situación. Estás profundizando en la fotografía, en algún momento te has comprado una cámara reflex, y tu cámara cuenta con un objetivo de los llamados de kit, uno de esos objetivos que vienen con la cámara.
No es que el objetivo sea malo, pero independientemente de que pueda cubrir tus necesidades a nivel de distancia focal, algo que no siempre es así, no es el objetivo más rápido del universo y puede que no te permita utilizar aperturas lo suficientemente grandes como para conseguir el efecto que deseas.
¿Qué focal es la más recomendable para retratos?
La focal utilizada a la hora de hacer retratos nos va a influir de dos formas en el resultado obtenido.Por un lado, cada focal tiene una compresión de la perspectiva diferente. En este sentido, se suele recomendar el uso de focales en el rango que va de los 50mm hasta los 135mm, ya que es en este rango focal en el que la compresión de la perspectiva del rostro es más adecuada.
Por otro lado, la focal utilizada va a determinar la distancia a la que nos tenemos que situar de la persona en función del tipo de plano que queramos sacar. En este sentido, suelo observar que la gente se muestra más tensa cuanto más cerca de ella se sitúa uno con su cámara pese a que trabajes bien la conexión con tu modelo a lo largo de la sesión.
¿Focal fija o variable para retratos?
Los más puristas de la fotografía te recomendarán el uso de focales fijas sin dudarlo.Hay un hecho obvio, y es que las focales fijas suelen contar con construcciones más robustas y más simples por la ausencia de ciertos elementos mecánicos que se suelen traducir en fotografías con una calidad estupenda en lo que a parámetros técnicos se refiere. Además, la mayor simplicidad se traduce en un menor coste de fabricación y en una consecuente reducción del precio del producto.
Pese a ello, hay muy buenos objetivos de focal variable cuyos resultados poco o nada tienen que envidiar a los de focal fija a la hora de hacer retratos, y cuentan con una ventaja fundamental a la hora de trabajar, y es la posibilidad de reencuadrar nuestro retrato sin necesidad de movernos del sitio, mientras que cuando trabajamos con focales fijas nos vemos obligados a movernos para conseguir el encuadre deseado.
¿Algún requisito de apertura?
Si has indagado en el maravilloso (y caro) mundo de los objetivos, a estas alturas sabrás ya lo que cuesta un buen objetivo. Y el precio suele estar relacionado con la mayor apertura que alcancen.La apertura en el retrato es fundamental por varios motivos.
Por un lado, las aperturas grandes te van a permitir aislar los detalles del fondo para poder centrarte en el rostro, que al fin y al cabo es el centro de interés de tu fotografía.
Por otro, esas aperturas llevadas al extremo te permitirían centrarte incluso en detalles concretos del rostro (como por ejemplo los ojos) según el tipo de plano que estés utilizando.
Y por último, los objetivos con grandes aperturas se comportan mejor por regla general a la hora de enfocar, lo que te permitirá trabajar con más soltura y precisión en la sesión.
¿Qué pasa con el bokeh?
El bokeh es un término cuyo significado es "desenfoque", y se utiliza en fotografía para referirse a la calidad de un objetivo por la estética de las zonas desenfocadas que produce en una foto.Y es que tan importante es la nitidez de las zonas enfocadas en una foto como el aspecto que presentan las zonas desenfocadas de la misma foto.
En retratos en exteriores o cualquier situación en la que el fondo de la fotografía no esté perfectamente controlado juega un papel muy importante, por lo que debería ser un elemento adicional a tener en cuenta a la hora de elegir.