¿Recuerdas que ya hace unas entregas del curso hablé sobre un elemento llamado exposímetro y su función como aliado de cara a exponer correctamente una fotografía? En ese artículo te comenté que aún me quedaban muchas cosas que contar sobre el exposímetro y te prometí que lo haría en una entrega posterior. ¡Estás de enhorabuena! Esa entrega ha llegado.
Vamos a retomar el tema del exposímetro, ver cómo funciona, los tipos de medición que puede llevar a cabo y describir una técnica muy conocida, el bloqueo de la exposición, de cara a sacarle el mayor partido posible a todo lo aprendido.
¡Recuerda! La correcta exposición de la fotografía es fundamental para que ésta "funcione". Y para exponer correctamente hay que conocer muy bien el exposímetro de nuestra cámara. Así que ¡presta atención!
Lo primero que haré será recordarte brevemente el cometido del exposímetro como elemento fundamental de toda cámara. Después pasaremos a analizarlo en más detalle, ¿de acuerdo?
¿Para Qué Sirve el Exposímetro? Midiendo la Exposición de la Escena
Si te acuerdas, ya definimos al exposímetro como el "Experto" en exposición de nuestra cámara, porque lo que hace es medir la luz que refleja la escena a fotografiar.
Posteriormente, esa medición es empleada por la cámara para estimar la cantidad de luz que se debe permitir que excite el sensor y modificar el valor de los parámetros de la toma para que ésta quede correctamente expuesta, ya sabes: apertura de diafragma, velocidad de obturación y sensibilidad ISO.
Piensa en los modos de disparo de tu cámara de los que ya hablamos hace unos días. El exposímetro es el responsable de que al disparar en modo automático, la cámara ajuste los valores de apertura, velocidad y sensibilidad para que la exposición de la foto sea adecuada.
También es el responsable de que, por ejemplo, en modo de Prioridad de Apertura, se ajuste el valor del tiempo de exposición para que la imagen salga correctamente expuesta, respetando el valor de apertura de diafragma fijado por el fotógrafo.
Además de esto, la cámara en todo momento se ayudará del exposímetro de cara a proporcionar información al fotógrafo sobre el grado de exposición de la toma. Por ejemplo, mi Nikon D60 ofrece información sobre la exposición correcta, subexposición o sobreexposición en la pantalla LCD y en el visor gracias a una representación como la sombreada en rojo en la imagen superior derecha.
Observando el indicador de exposición, podrás saber, antes de disparar, el grado de exposición que ofrece una toma. En caso de que tengas una Nikon, si se desplaza hacia la derecha estarás en una situación de subexposición (-), mientras que si lo hace hacia la izquierda, te encontrarás ante una situación de sobreexposición (+).
Con esta información, modifica los parámetros de apertura, velocidad o sensibilidad y lograrás exponer correctamente una foto, ¿de acuerdo?
¿Cómo Funciona el Exposímetro? El Gris Medio
Hemos dicho ya que el exposímetro lleva a cabo una medición de la luz procedente de la escena que incide sobre el sensor. Pero esta medición, ¿cómo se hace? Ahí es donde aparece el "archiconocido", en fotografía, Gris Medio.
A la hora de llevar a cabo la medición, los exposímetros consideran que la luz que refleja una escena "normal" es equivalente a la que reflejaría una escena en la que el único color existente fuese el denominado Gris Medio.
Este gris medio es aquel que refleja exactamente el 18% de la luz que recibe, por eso en ocasiones también se le conoce como Gris 18%.
Por tanto, los exposímetros vienen configurados de forma que asumen que al medir la luz de una escena, independientemente de cuál sea ésta, el porcentaje de luz que reflejarán los objetos, con respecto a la que incide sobre éstos, será, en término medio, el 18%.
Esto debemos considerarlo de cara a saber valorar las indicaciones de nuestro exposímetro, pues en tomas "normales" hará bien su trabajo, pero en aquellas tomas más claras u oscuras, que no coincidan con la media del 18%, el exposímetro proporcionará información que deberemos saber interpretar.
Así, en tomas claras, se refleja un mayor porcentaje de la luz que incide sobre los objetos. Por ejemplo, la nieve refleja hasta el 36% de la luz que recibe, por lo que no temas a fotografiar nieve en condiciones en las que el exposímetro te diga que la foto está sobreexpuesta, el exposímetro está preparado para una menor cantidad de luz reflejada. Además de con la nieve, deberás tener las mismas consideraciones al fotografiar otros objetos blancos como vestidos, paredes, coches, etc.
Por el contrario, en tomas oscuras, el porcentaje de luz reflejada por los objetos con respecto a la que incide sobre éstos es inferior al 18%. Por ejemplo, "Junior", el perro de mis sobrinos, es un schnauzer enano completamente negro y cada vez que trato de hacerle una foto, el exposímetro de mi cámara me avisa de que me encuentro en situación de subexposición. El negro intenso refleja tan sólo el 8% de la luz que recibe, por lo que no temas al realizar este tipo de tomas si cuando vas a disparar el exposímetro se queja por la subexposición de la toma.
Los Tipos de Medición de la Luz
Acabamos de ver las consideraciones que tiene el exposímetro de nuestra cámara a la hora de hacer la medición de la intensidad de luz que llega al sensor. Ya sabes, ¡recuerda lo del Gris Medio!
Pero aún no está todo dicho en lo que respecta a la medición de la luz, el llamado "metering". Pues, además de lo dicho hasta ahora, hay que destacar la existencia de diferentes modos de medir la luz procedente de la escena. Estos modos, como veremos a continuación, se diferencian en función de aquellas zonas de la imagen que consideran a la hora de medir la exposición.
Medición Matricial o Evaluativa (Matrix). Lleva a cabo una medición de la luz considerando la división de la escena en un número de partes, por ejemplo, 128, ó 256. De manera que a la hora de considerar la iluminación de la escena, valora la iluminación de todas las partes en que se ha dividio la imagen por igual.- Medición Evaluativa Parcial o Ponderada al Centro (Center-weighted). Este tipo de medición es similar al anterior con la salvedad de que la consideración de la iluminación de todas las partes está ponderada, siendo más importante la iluminación de la zona central que la de la zona externa, aunque se sigue considerando toda la escena.
- Medición Central o Puntual (Spot). Este último modo de "metering", únicamente considera la iluminación de la superficie central de la imagen a fotografiar. El área considerada para ser correctamente expuesta está entre el 1% y el 10% del área total de la escena, dependiendo de la cámara.
¿Ha quedado claro? Bueno, por si acaso, te cuento a continuación posibles tomas en las que puedes usar cada modo de medición, ya verás como no te queda ninguna duda.
¿Cuándo Usar Cada Modo de Medición?
Si te parece te voy a poner dos imágenes en las que se ha usado cada uno de los modos y verás como te queda muy claro cuándo usar un modo u otro.

La imagen superior presenta una fotografía en la que se ha hecho uso del modo Matricial. Este modo es el más apropiado en el 90% de las ocasiones. Cuando no existe una gran diferencia entre la iluminación de las distintas partes de la escena.

Por el contrario, el modo de Ponderación al Centro es el adecuado cuando la diferencia de iluminación entre las distintas zonas de la imagen es considerable. De haber hecho uso en la anterior toma del modo matricial, lo que habríamos conseguido es sobreexponer la fotografía.
En ese caso la media de intensidad lumínica reflejada por la escena habría sido menor y la cámara habría interpretado que debía incrementar la exposición, con lo que la flor habría aparecido con zonas quemadas.
Respecto al modo Puntual o Central, me vas a permitir que no te muestre ninguna imagen. Lo cierto es que nunca he hecho uso de él.
Personalmente creo que hay pocas tomas en las que vayas a utilizar este modo por sus propiedades. Eso sí, en caso de encontrarte con una toma en la que deseas que una mínima porción de la escena esté correctamente expuesta, sin importar el resto, en ese caso es el momento de usarlo. ¿Se te ocurre a ti algún ejemplo?
Por último, destacar que en mi caso, como ya he mencionado, suelo utilizar por defecto el modo matricial y si me encuentro en situaciones como la de la segunda imagen que te he mostrado, paso al modo de Ponderación al centro.
Si todavía quieres saber más sobre modos de medición, visita Conoce tu Cámara Digital: Los Modos de Medición.
Técnica: El Bloqueo de la Exposición
Ahora ya sabes toda la teoría relativa a la forma de medir la exposición y los distintos modos de "metering" que existen. Así que te voy a hablar de una técnica que se emplea mucho: el Bloqueo de la Exposición.
Esta técnica consiste básicamente en llevar a cabo, primero, la medición de la exposición de la toma en la zona que te interesa y, posteriormente, reencuadrar la foto y disparar, de modo que se mantengan los ajustes de exposición que, previamente, se han fijado. Piensa, por ejemplo, en la última imagen que hemos visto en el anterior apartado, la de la flor.
Te he dicho que he hecho uso del modo de Ponderación al centro, ¿verdad? Sin embargo, la flor no está, ni mucho menos, centrada. ¿Cómo he conseguido que la exposición fuese la correcta entonces? Pues muy sencillo, bloqueando la exposición. ¿Y cómo lo he hecho? Te lo cuento en sencillos pasos, ¿vale?
- Lo primero es identificar el modo de medición que vamos a utilizar, en el caso de la flor, opté por usar el de Ponderación al centro o Evaluativa Parcial.
- Después encuadra el objeto, en este caso la flor, en el centro de la imagen para que la cámara tome los valores de exposición adecuados. Al ser ponderada se centrará en la luz reflejada por la flor, pero también considerará, aunque en menor medida, el fondo.
- A continuación nuestra cámara debe permitir bloquear los ajustes de exposición (leéte las instrucciones de tu cámara). En el caso de mi Nikon D60 el botón que hace esto es el AE-L. Presionándolo mantendrás los ajustes de exposición, hasta el momento en que dejes de presionarlo.
- Una vez has bloqueado los ajustes de exposición que deseas, reencuadra en función de como quieras componer la foto (en mi caso situé la flor hacia la derecha), y dispara (manteniendo el botón AE-L presionado).
Haciendo esto habrás conseguido que la medición sea la apropiada para la toma, pues de no haber bloqueado la exposición, al reencuadrar la imagen tu cámara habría medido de nuevo la exposición y, al no estar la flor en el centro, no le habría dado a la exposición de la flor la importancia que se merece en esta foto.
¿Te ha quedado claro? Pues ahora a practicar. Esta técnica, junto con la de Bloqueo del Enfoque, de la que nos hablaba nuestro amigo konkavo en un comentario a la entrega en la que analizábamos el enfoque, son dos técnicas muy empleadas en fotografía y, por ello, debes dominarlas a la perfección. Ofrecerán resultados notables a tus fotografías.
En Resumen
Con este artículo hemos cubierto considerablemente todo lo referente a la medición de la exposición con nuestra cámara.
Ya conoces los tipos de "metering", el papel e importancia del exposímetro a la hora de exponer correctamente una fotografía, e incluso el funcionamiento interno del mismo y su relación con el denominado Gris Medio.
Y, por si fuera poco, al final de la entrega hemos hablado de la técnica del Bloqueo de la Exposición, que, sin duda, a partir de ahora estoy seguro que utilizarás a menudo. Ahora sólo queda una cosa, dispara, dispara y dispara y pon en práctica todo lo que has aprendido. Ya no tienes excusa para que tus fotos salgan correctísimamente expuestas.
¿Cuántas veces has oído decir: "esta foto no está bien enfocada", o "el elemento enfocado no debía haber sido éste, sino este otro", o "deberías enfocar manualmente y no de forma automática" o...? 




En primer lugar debemos decir que existen dos modos básicos de realizar el enfoque con una cámara de fotos, el primero de ellos es el automático y el segundo el manual. A su vez dentro del modo automático existen variantes que veremos a continuación. 
Y no pienses que esto es exclusivo de cámaras muy avanzadas, de hecho la cámara del iPhone 3GS permite hacerlo. O sea, que recupera el librito de instrucciones de tu cámara y mira a ver si tienes esa opción. Eso sí, no creo que puedas hacer uso de esto en el modo de disparo automático, seguramente sea exclusivo de modos manuales. ¿Te acuerdas de los distintos modos de disparo? 

Hemos hablado sobre ellos en los dos últimos artículos del curso, pero creemos que es importante dedicar una entrega en profundidad para que conozcas los modos de disparo que ofrece tu cámara.
Automático. Obviamente es el modo paradigmático de este grupo. La cámara debe "arreglárselas" para lograr que la foto salga bien, sea cual sea el tipo de toma. Este modo, como podrás imaginar, para situaciones normales es apropiado, pero imagina que se trata de una escena con mucho movimiento, o con escasa iluminación, o en la que te gustaría que la profundidad de campo fuese muy amplia, o... En ese tipo de casos hay otros modos automáticos más apropiados, para que la cámara conozca, de antemano, ante qué situación se encuentra y el acabado que esperas en tu foto y, de ese modo, te permita contar con la configuración más apropiado.
Programmed Auto (P). Es el modo manual más cercano al automático, pues la cámara selecciona de forma automática los valores de apertura y velocidad, pero permite al fotógrafo elegir algunos valores como el balance de blancos, la sensibilidad ISO, la compensación de la exposición, etc.
Si en la anterior entrega hicimos una clasificación de las cámaras desde el punto de vista de las propias cámaras, hoy nos hemos propuesto hacer esta clasificación desde el punto de vista del fotógrafo.
Compactas (Fotógrafo Aficionado que no quiere complicaciones)
Bridge (Fotógrafo Aficionado que busca algo más)
Réflex (Fotógrafo Aficionado Avanzado o Profesional)
Quizás esta pregunta debas hacértela de forma simultánea a la anterior. Pues si tu presupuesto es muy ajustado, por mucho que pretendas convertirte en un fotógrafo de los que marcan época, no vas a poder disponer de un equipo puntero.
¿Recuerdas cuando "destripamos" nuestra cámara y te dije que lo más importante era el objetivo? Pues te lo vuelvo a repetir: la óptica es la parte más importante de tu cámara. No escatimes en este sentido y busca el equipo mejor capacitado que puedas. Sobre todo si has optado por una cámara de objetivo fijo, si piensas en una réflex siempre puedes comprar un objetivo mejor que el que viene en el kit de la cámara.
El segundo elemento sobre el que quiero llamar tu atención es el sensor. Acuérdate de que en fotografía el tamaño del sensor sí que importa. Siendo generalmente mejor aquel de mayor superficie.
Los modos de disparo. Es cierto que la variedad de modos vendrá prácticamente determinada por tu respuesta a la primera pregunta de esta entrega. Es decir, si optas por una compacta, olvídate de todo aquello que no sean modos automáticos, por el contrario, en réflex y bridge podrás ver además de un buen surtido de modos automáticos, modo de prioridad de apertura, modo de prioridad del tiempo de exposición o modo totalmente manual entre otros. En cualquier caso, comprueba que tu cámara dispone de todos aquellos modos con los que luego pretendes "jugar".
Si dedicas tiempo al postprocesado tus fotos y no eres de esos que dispara y se olvida de la foto, elige una cámara que dispare en RAW. Ya sabes, este formato es como el negativo en fotografía analógica. Si quieres que a la hora de retocar tus fotos la pérdida de calidad sea menor y conseguir mejores acabados, busca una cámara que permita disparar en este formato. Tus fotos lo agradecerán
Ya tienes un grupo de cámaras que: primero, están dentro del tipo que quieres (compacta, bridge, o réflex); segundo, están dentro de tu presupuesto; tercero, disponen de las funcionalidades que le pides a tu cámara; y, cuarto, sus elementos reúnen las características mínimas que exiges a tu equipo.