He pensado que podría venirte bien saber las características que deberás valorar si, como yo, decides dar el salto y mejorar tu equipo.
Si no es tu caso: todavía no es el momento de mejorar tu equipo, estás satisfecho con tu actual monitor, o la situación económica no lo permite, nunca está demás que conozcas los aspectos a valorar. ¿Quién sabe?, quizás en unos meses sí que te decidas?
Dicho esto, comencemos a enumerar los aspectos que deberás valorar.
1. La Tecnología: CRT ó TFT
Los TFTs (los "planos") copan hoy día el mercado gracias a que ocupan poco espacio, tienen una gran nitidez, menor consumo y, al no basarse en la emisión de rayos, carecen de distorsiones.
Por contra, frente a los tradicionales CRTs, tienen un menor ángulo de visión, un brillo excesivo y son más caros y delicados. Aunque con el paso del tiempo y la evolución del mercado, estas desventajas son cada vez menos apreciables.
Por eso, la respuesta está clara: ¡elige TFT!
2. Tipo de Panel (Sólo Para TFTs)
Pues bien, existen distintas tecnologías o familias que permiten agrupar estos paneles. Te muestro las tecnologías padre u originales, puesto que a medida que avanza este mundillo van apareciendo mejoras, nuevas evoluciones, etc.
Podemos distinguir básicamente tres tipos:
- TN (Twisted Nematic): No muy apropiado para fotografía por su pobre rendimiento.
- VA (Vertical Alignment): Ha dado lugar a nuevas evoluciones como MVA y PVA, familias, sin duda, mucho más evolucionadas.
- IPS (In-Plane Switching): Ha originado las evoluciones S-IPS y AS-IPS, que conforman los paneles empleados en monitores de gama alta.
3. El Tamaño y La Relación de Aspecto
En este sentido, como cuenta el dicho español, "caballo grande, ande o no ande". Así que busca un monitor del mayor tamaño posible donde poder mostrar y retocar tus fotografías pudiendo ver todos los detalles.
Respecto a la proporción entre el ancho y el alto, si inicialmente sólo se comercializaban prácticamente monitores con relación 4:3, con el paso del tiempo se ha evolucionado hacia pantallas panorámicas (16:9 ó 16:10).
Por las relaciones que suelen emplearse en fotografía es más recomendable un monitor panorámico, harás mayor uso de todos los píxeles que lo componen.
4. El Tamaño (en píxeles) y La Resolución
Sin embargo, de nada vale un monitor muy grande si no permite mostrar más información. Es decir, si muestra la misma información que uno pequeño pero más grande, no es mucho lo que hemos ganado, ¿no crees?
El tamaño, a efectos de información mostrada, se mide en función de los píxeles que es capaz de mostrar, por ejempo, 1280x800. Y la relación entre el tamaño en píxeles y en pulgadas representa la resolución del monitor. Debiendo buscarse siempre la más alta.
Nuevamente debemos buscar un monitor que nos ofrezca un tamaño en píxeles suficientemente grande como para poder ver el detalle de nuestras fotografías y que también permita mostrar las paletas o ventanas extras que utilicemos en los programas de visualización y retoque.
En este sentido, es importante considerar que los CRTs permitían variar el tamaño en píxeles o la resolución sin pérdida de calidad. Lamentablemente esto no es así en los TFTs. En el caso de esta tecnología siempre debe emplearse la resolución nativa del monitor.
5. Gama de Color (Gamut)
Es probable que pienses que todos los monitores son capaces de representar exactamente el mismo número de colores. Que unos lo hacen mejor que otros, más nítidamente, quizás. Pero los mismos colores, ¿verdad?
Pues esto no es así. Si en los CRTs sí que puede decirse que la gama cromática ofrecida era la misma, los TFTs han supuesto una revolución en este aspecto y cada vez incrementan más el espacio de color que son capaces de mostrar.
Cada monitor tiene una gama más o menos amplia de colores que puede mostrar, es lo que se denomina el gamut del monitor. Como podrás imaginar, mejor cuanto mayor es la gama de color representable.
En función de si buscas un monitor de gama baja, media o alta, pretenderás que el monitor que adquieras sea capaz de mostrar un espacio de color cada vez más amplio: sRGB o cercano a éste (como la mayoría de monitores), o incluso porcentajes cada vez mayores del Adobe RGB.
Algunos de los monitores de gama profesional más punteros del momento se acercan ya al 100% del espacio Adobe RGB.
6. El Ángulo de Visión (Especialmente en TFTs)
No obstante, se ha mejorado mucho y hoy día ya hay TFTs que superan los 170º, algo que hasta hace poco parecía impensable.
Sin embargo, si tratas de ver lateralmente o por encima el monitor de un portátil verás la clara deficiencia de muchas de estas pantallas en este sentido.
Nuevamente, busca un monitor con el mayor ángulo de visión posible, sólo así podrás permitirte realizar pequeños movimientos de cuello cuando visualices y retoques tus fotos sin miedo a que la imagen que aprecias varíe ;)
7. El Contraste
Nuevamente, se debe buscar un monitor con el mayor contraste posible, si bien hay que considerar también la forma de conseguirlo.
Es muy habitual en muchos TFTs subir la luminancia del blanco a valores por encima de las 200 cd/m2, algo que resulta francamente doloroso para nuestros ojos, es excesivamente brillante.
De este modo no necesitan negros demasiado poco luminosos para lograr grandes contrastes. Ésta es sin duda la asignatura pendiente de los TFTs, lo poco profundos que son sus negros.
Por tanto, además del contraste, debes valorar la forma de conseguirlo. Por mucho que algunos fabricantes anuncien contrastes de 700:1 u 800:1, lo que realmente interesa es saber el contraste que pueden ofrecerte al calibrar la luminancia del blanco a valores como 100 cd/m2.
8. Homogeneidad de la Pantalla
Se trata de la garantía de que al mostrar una imagen monocromática en la pantalla la visualización de este color es constante e idéntica en toda la superficie del monitor.
Seguro que lo has visto alguna vez, sobre todo en monitores antiguos en los que se empieza a apreciar una cierta degradación en alguna de las esquinas del mismo.
Desde luego, no es una propiedad fácil de identificar cuando vas a comprar un monitor, pero sí conviene leer opiniones de compradores y, sobre todo, observar la posible garantía que pueda ofrecer el fabricante.
9. El Refresco (Sólo Para CRTs)
Pues el funcionamiento de los monitores CRTs es similar, el tubo que "pinta" la pantalla de uno de estos de monitores ha de hacerlo un número de veces por segundo con el objeto de que la imagen sea percibida por el usuario de forma continua.
A esto es a lo que se llama frecuencia de refresco y si optas por un monitor CRT no debes hacerte con uno que no ofrezca, al menos, 75 Hz.
El funcionamiento de los TFTs no exige contar con una determinada frecuencia de refresco, pues la iluminación del panel es continua. Por ese motivo, no tiene sentido hablar de refresco dentro de la tecnología TFT.
10. El Precio
Ten en cuenta que el monitor debe ser un elemento fundamental en tu equipo fotográfico, por lo que merece la pena invertir dinero en él.
Fuente: Dzoom