Tras ver en la anterior entrega el papel de la apertura del diafragma como elemento compositivo, hoy es el turno de hablar del tiempo de exposición (o velocidad del obturador) como elemento compositivo, al margen de su influencia en la mayor o menor exposición de una fotografía.
Así es, la velocidad del obturador determina no sólo un mayor o menor tiempo de incidencia de la luz sobre el sensor, sino que además, como consecuencia de esto, nos permite dar a nuestras fotografías una sensación de movimiento o calma, fluidez o congelación, según nuestras necesidades.
Pero para poder dotar a nuestras composiciones de estos "acabados" necesitamos valorar y conocer ciertos aspectos que trataremos a lo largo de esta entrega. ¿Quieres conocerlos?
Antes de nada, debes recordar el papel del obturador. Si no te acuerdas bien, o quieres refrescar conocimientos, la 4ª entrega del curso puede ayudarte a ubicar al obturador dentro del proceso de generación de una fotografía.
Recordando... La Función del Obturador
El objeto del obturador no es otro que el de controlar el tiempo que se permite que la luz incida sobre el sensor de nuestra cámara. En la metáfora del vaso de agua, el tiempo de exposición era el tiempo que se mantenía el grifo abierto, ¿recuerdas?
De este modo, cuanto mayor sea el tiempo de exposición, mayor será la luz que incida sobre el sensor y viceversa. Algo que deberemos tener en cuenta a la hora de realizar nuestras tomas.
Velocidad de Obturación y Tiempo de Exposición. ¿Són lo Mismo?
Quizás hayas notado que en lo poco que va de entrega ya he hablado repetidas veces de dos términos: velocidad de obturación y tiempo de exposición. De hecho los he usado para referirme al mismo concepto, pero ¿significan lo mismo?
Pues lo cierto es que, efectivamente, aluden al mismo concepto, si bien, en realidad, cada término es inverso del otro. Es decir, una velocidad elevada del obturador supone un tiempo de exposición reducido y viceversa.
Por eso, aunque lo más habitual es hablar de tiempo de exposición, si escuchas velocidad de obturación no debes preocuparte, eso sí, deberás tener en cuenta la citada relación entre ambos para no interpretarlo erróneamente.
Escala de Tiempos de Exposición
Los valores de tiempos de exposición que ofrece cada cámara dependen, por supuesto, de cada modelo. Pero si echas un vistazo a los de la tuya, verás valores como los siguientes:
... 2", 1", 1/2, 1/4, 1/8, 1/15, 1/30, 1/60, 1/125, 1/250, 1/500, 1/1000 ...
Al igual que sucedía con la escala de aperturas del diafragma, la escala de tiempos de exposición funciona mediante pasos, de manera que cada paso supone la incidencia del doble de cantidad de luz que el paso posterior.
Por ejemplo, un tiempo de exposición de 1/125s permite que el sensor reciba el doble de luz que el tiempo de exposición inmediatamente posterior 1/250s.
También Existen "Medios" y "Tercios"
Al igual que sucedía cuando hablábamos de aperturas del diafragma, muchas cámaras ofrecen pasos intermedios que permiten al fotógrafo ser más preciso a la hora de elegir el tiempo de exposición.
Por ejemplo, mi Nikon D60, de la que ya te he hablado en más de una ocasión, dispone de tercios, de manera, que para pasar de un tiempo de exposición de 1/125s a otro de 1/250s tengo dos posiciones intermedias. Concretamente son tiempos de exposición de 1/160s y 1/180s.
Bulb. Tiempo de Exposición A La Carta
Como dato curioso, muchas cámaras, mi D60 entre ellas, ofrecen un tiempo de exposición que se denomina bulb y que permite al fotógrafo alargar el tiempo de exposición tanto como desee, pues es éste el que determina el momento en que se abre el obturador y el momento en que se cierra, sin necesidad de fijarlo antes de disparar.
Podríamos definirlo como un tiempo de exposición indefinido. Y, aunque pueda parecerte que es "inútil" un ajuste de este tipo, seguro que a más de uno ya se os han ocurrido posibles aplicaciones, ¿verdad?
Relación Entre la Escala de Aperturas y la de Tiempos de Exposición
Qué curioso que ambas escalas funcionen con pasos que permiten duplicar la exposición, ¿verdad? Y más curioso aún que estos pasos tomen valores como, por ejemplo, 1/30s en el caso de los tiempos de exposición, o como f/5.6 en el caso de las aperturas, ¿no crees?
Efectivamente, como bien imaginas, no es una coincidencia o algo simplemente curioso. Las escalas de apertura y velocidad de obturación están construidas de modo que sea sencillo lograr exposiciones equivalentes manejando de forma adecuada los pasos de apertura y de exposición.
Por ejemplo, suponte que quieres tomar una foto de un partido de fútbol y has comprobado que para que la exposición sea correcta los valores de apertura y tiempo de exposición más apropiados son f/5.6 y 1/500s, respectivamente. Sin embargo, observas que la foto sale movida, porque la velocidad de obturación no es suficiente.
Poniendo en práctica la relación de doble y mitad que hemos visto, una configuración con doble apertura (doble de luz), f/4, y la mitad de tiempo de exposición (mitad de luz), 1/1000s, ofrecerá una exposición similar a la anterior, y, probablemnte, evitemos que la foto salga movida.
Por supuesto, esta relación se hace extensible a medios y tercios, con lo que, a nivel de exposición, subir un paso completo (o un medio, o un tercio) en la escala de tiempos de exposición se "compensa" con bajarlo en la escala de la apertura del diafragma y viceversa.
¿Entiendes ahora por qué es tan importante conocer las escalas de aperturas y tiempos de exposición?, y lo que es más importante, conocer la relación que existe entre ellas.
Este juego de subir y bajar pasos entre las escalas de apertura y tiempo de exposición será una tónica en tus trabajos fotográficos.
Cuando necesites diafragmas cerrados para obtener una amplia profundidad de campo, lo compensarás con altos tiempos de exposición, por ejemplo, en paisajes. Y al contrario, cuando necesites bajos tiempos de exposición, lo compensarás con diafragmas muy abiertos, por ejemplo, en fotografía deportiva.
¿Qué Tiempos de Exposición Utilizar?
Bueno, pero centrándonos en los tiempos de exposición, ¿cómo sé qué tiempo de exposición debo usar para que una determinada fotografía aparezca lo suficientemente nítida?
Me temo que ahí no hay una regla, ni exacta, ni sencilla. Es cierto, que existen tablas complejas que te ayudan a calcularlo, pero entiendo que no tiene sentido ni aprendérselas de memoria, ni llevarlas impresas en el estuche de tu cámara.
Lo que, en mi opinión, deberás hacer es irte familiarizando con tiempos de exposición habituales para el movimiento de niños, la fotografía deportiva, la fotografía de paisajes, etc. Y eso sólo se consigue con práctica, paciencia y un poco de atención a la hora de manejar los controles de tu cámara.
Con el fin de que veas el distinto acabado que se produce en una fotografía al utilizar diferentes tiempos de exposición, te recomiendo que le eches un vistazo a este artículo (al que corresponde la imagen anterior). Creo que puede ser muy clarificador y ayudarte a la hora de empezar a trabajar con la velocidad de obturación.
No Hay Reglas Mágicas, ¿Entonces Cómo Sé Que Tiempo de Exposición Utilizar? Parámetros que Influyen
Más que una regla, lo que debes conocer son los parámetros o factores que influyen a la hora de seleccionar un tiempo de exposición mayor o menor. Serán esos factores los que analizarás y considerarás para emplear un tiempo de exposición u otro.
Algunos de estos parámetros son:
- La velocidad del elemento fotografiado. A mayor velocidad, menor tiempo de exposición.
- La distancia focal del objetivo. A mayor distancia focal, menor tiempo de exposición.
- La distancia entre la cámara y el sujeto. A menor distancia, mayor tiempo de exposición.
- La dirección en que se produce el movimiento respecto a la cámara. Cuanto más perpendicular sea el movimiento con respecto al eje óptico, menor deberá ser el tiempo de exposición.
La Trepidación. No Olvides que Tus Manos También Se Mueven
Además de los factores anteriores debes considerar otro muy importante y ése es tu propio pulso. Así, cuando haces una fotografía, por muy bien que sujetes tu cámara y por muy tranquilo que estés, estás transmitiendo vibraciones a ésta. Y del momento de "apretar el gatillo" ya ni hablamos.
Este movimiento incontrolable puede, en función de cómo tengamos sujeta la cámara, del tiempo de exposición que estemos utilizando y también de la focal que usemos, verse recogido en la foto. En ese caso hablaríamos de una foto trepidada o movida.
Por supuesto, este defecto se puede evitar o reducir con la ayuda de trípodes para una mejor sujección de la cámara, disparadores remotos para evitar que al "apretar el gatillo" la cámara se mueva o, incluso, sistemas estabilizadores que neutralizan los movimientos producidos.
Existe una regla sencilla, aunque no infalible, para tratar de evitar la trepidación. Consiste en emplear siempre un tiempo de exposición que coincida o sea inferior a la inversa de la focal con la que disparamos. Así, si tomamos una foto con un 50mm, deberemos disparar "a pulso" con un tiempo de exposición siempre inferior o igual a 1/50s.
¿Y Qué Hay de Esas Fotos en las Que Quiero Movimiento? El Caso Típico: El Agua
Llevamos hablando todo el rato de cómo saber el tiempo de exposición adecuado para obtener una foto "estática", sin movimiento, en la que el tiempo se detiene. Algo que por otro lado parece lógico, estamos hablando de fotografía y no de vídeo, ¿no?
Sin embargo, hay ocasiones en las que pretendemos exactamente lo contrario. Queremos que la foto muestre una estela, movimiento, fluidez...
En este sentido, si hay un elemento en el que pensamos, por encima de cualquier otro, es el agua. Pues ofrece las dos posibilidades, tanto una representación de dinamismo y fluidez, como la visión estática y "congelada".
Podemos pretender capturar "una gota aislada en el Universo", para lo que necesitaremos tiempos de exposición suficientemente bajos, condiciones de iluminación adecuadas y una amplia apertura del diafragma.
Por el contrario, podemos buscar que todas las gotas se fundan en un flujo continuo y "sedoso", en cuyo caso deberemos emplear tiempos de exposición altos.
Además deberemos contar con condiciones de poca luz, diafragmas lo suficientemente cerrados y de forma imprescindible con un trípode.
En Resumen...
Tras el artículo de hoy ya hemos incorporado otro de los elementos que nos permitirán hacer mejores fotos, el tiempo de exposición.
Conocemos la importancia que tiene la elección de un tiempo de exposición u otro no sólo a la hora de la iluminación de nuestras fotografías, sino también para obtener una fotografía nítida y precisa, a la hora de congelar o difuminar nuestras fotografías o, por supuesto, a la hora de eliminar las fotos movidas o trepidadas.
Además, hemos visto la relación de "compensación" existente entre la velocidad de obturación y la apertura del diafragma. Relación que será básica cada vez que vayas a tomar una fotografía.
Ahora es momento de asimilar todos estos conceptos, sacar nuestra cámara a la calle y comenzar a ponerlos en práctica. Yo te espero con la Sensibilidad ISO en la próxima entrega. ¡Nos vemos!
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