Creo que los que sois apasionados de la fotografía y tenéis niños pequeños sabéis a lo que me refiero.
Y es que no es lo mismo irte tú solo con la cámara y tomarte todo el tiempo que quieras, pararte donde te dé la gana, usar trípode o los accesorios que quieras y tirar tantas fotos como te venga en gana de, absolutamente, lo que te apetezca. El primer nivel de dificultad surge cuando te acompaña alguien más y a ese alguien no le gusta la fotografía como a ti. Pero bueno: si es adulto, tú te cortas un poco y la otra persona le pone un puntito de paciencia. Aún así, a veces se lía (he visto parejas de novios discutir encendidamente por motivos como este).
Pero cuando vas con niños, y niños pequeños, la dificultad crece exponencialmente. Tu tiempo disponible se reduce hasta límites insospechados. Su comprensión (pobres, son niños) simplemente no existe. Intentas sacar la cámara, pero ellos quieren correr, o quieren jugar, o están a punto de caerse... ¡Qué te voy a contar! Ellos se ponen nerviosos. Los otros adultos que te acompañan también. Tú más. Y no sólo te dejas muchas fotos por hacer, sino que las que ya has hecho, por las prisas, son francamente malas. Por no hablar de que al final de la historia todo el mundo (los niños, los otros adultos y tú) está cabreado ¿Te suena?
Pues bien. La buena noticia es que esto no tiene por qué ser así. Hay una serie de consejos que pueden ayudarte a cambiar las cosas ¿Te los cuento?
Reduce al Mínimo tu Equipaje
Cuando vas con niños pequeños necesitarán que: los cogas en brazos, los bajes al suelo, les ayudes a saltar un charco, les socorras a toda velocidad antes de que se caigan, lleves una mochila con cosas que ellos necesitan (pañales, agua, galletas...)... Pues imagínate eso con un equipo fotográfico muy abultado: acabas hasta el gorro, te lo garantizo.
Antes de salir, echa un ojo a la mochila y piensa en lo que realmente te hace falta y vas a poder usar. ¿Realmente necesitas, cargadores, cables, todos los objetivos, el trípode...?
Planifica Rutas Más Cortas
Con niños todo es más lento y todo requiere un mayor esfuerzo físico. Es sensato planificar rutas turísticas más cortas y menos exigentes cuando sabemos que vamos a llevar niños. Pues bien: si quieres llevarte la cámara, mi consejo es que planifiques la ruta incluso un puntito más corta. Estarás ganando tiempo para poder hacer más fotos.
Habla Claro y Negocia con los Otros Adultos
Si quieres tomarte algo de tiempo haciendo fotos, tu mujer, tu marido o los otros adultos que te acompañen van a tener que hacerse cargo de los niños durante ese tiempo. Habla con ellos y explícaselo:
- Cuéntales claramente antes de salir lo que te gustaría hacer y el tiempo que te gustaría tomarte
- Diles que vas a necesitar que en esos momentos estén más pendientes de los niños y pregúntales si les parece bien
- Ofréceles algo a cambio. Por ejemplo, si me dejas un poquito de tiempo para tomar fotos dejo en tu mano el elegir dónde comemos
- Recuérdales que las fotos es algo que luego disfrutamos todos
Date Cuenta de que Hay Ciertas Fotos que No Vas a Poder Hacer
Yo lo tengo claro. En mi situación actual, si Paula (20 meses) viene conmigo, me tengo que olvidar de, por ejemplo, panorámicas o fotos que requieran bracketing. Y ya lo he experimentado: mejor no forzar la máquina. Así que, conoce bien el grupo y los niños con los que vas, y antes de intentar una foto, piensa en el tiempo que te va a llevar y las necesidades de quietud que vas a necesitar... ¿realmente crees que lo conseguirás sin crispar el ánimo general?.
Piénsalo Todo Antes de Ponerte a Disparar la Cámara
Con los niños nunca sabes cuántos segundos te quedan hasta que tengas que dejar todo lo que tengas entre manos y salir detrás de ellos. Por eso, un consejo que a mi me funciona muy bien consiste en pensar al máximo la fotografía que quiero hacer antes de, siquiera, coger la cámara: el momento ideal, el encuadre, la apertura... Para que, cuando me decida a disparar, pueda hacerlo con la mayor velocidad y devolver la atención a los niños lo antes posible.
Ten Ubicado un Parque... Y Vuelve a la "Zona Cero"
Hay ocasiones en las que no vas a contar con tiempo material de echar las manos a la cámara. Por ejemplo, cuando la ruta es complicada y debes llevar a los niños en brazos o cogidos fuerte de la mano para estar seguros de que no se caen. En tal caso, una buena recomendación consiste en hacer la ruta con la cámara guardada y tomar notas mentales de las fotos que te gustaría hacer. Y cuando tengas a mano un lugar para hacer una parada (ideal un parque) contar con el apoyo del resto de adultos para que se queden con los niños reponiendo fuerzas y tú volverte a los puntos que querías inmortalizar.
Conviértelo en un Juego
Suele funcionar muy bien con los niños. Y dependiendo de su edad el juego que puedas montar será uno u otro. Por ejemplo, con Paula, que no llega a los dos años, no puedo usar uno que funciona muy bien con niños un poquito mayores y que consiste en que juguemos todos a que somos fotógrafos. Te puedes ayudar de cámaras antiguas, que no hace falta que funcionen y dárselas a los niños. En el caso de Paula estoy todavía en la fase de las canciones y... bueno, algún jugo le saco no te creas. Modifico la letra de las canciones y le meto gestos que se parecen a los de disparar en una cámara :)
Aprovecha los Tiempos Muertos
Hay momentos en los que los niños se quedan anonadados observando algo. Pues tenlo claro: ese momento es para ti. Mientras paseas, trata de mantener un archivo mental de fotos que te gustaría hacer para que, cuando lleguen estos tiempos muertos, puedas sacarle el máximo partido. Esta mañana, Paula se quedó quieta, petrificada, observando a un músico tocando en la calle. Pues no te quepa duda que la próxima vez que reconozca a otro músico callejero, se lo pienso decir a Paula, para ver si consigo esos segundillos para una nueva instantánea.
Ármate de Paciencia: Dales Ejemplo
Date cuenta de que, en líneas generales, lo que les estás pidiendo a todos (niños y adultos) es que tengan un poquito de paciencia contigo. Así que demuestra tú paciencia por adelantado. Por un lado crearás un clima de mucha menor tensión. Y por otro es posible que quieran pagarte con la misma moneda: justo lo que buscas ¿no? ;)
Estate Alerta y Déjalo a Tiempo para Evitar Males Mayores
Si ves que la cosa no funciona y que la gente empieza a ponerse nerviosa por el tiempo que te pasas con la cámara entre manos, es mejor que lo dejes cuanto antes. Lo que menos te interesa es crearte la fama de pesado y que, en ocasiones posteriores, cada vez que te vean con una cámara en la mano, la gente se ponga de uñas. Mejor una retirada a tiempo que crear un rechazo sistemático a tu cámara.
Recuerda que el Objetivo es Disfrutar con la Gente que Más Quieres
Y sobre todo, y muy importante, no permitas que tu cámara te haga olvidarte de lo fundamental: que se trata de disfrutar de y con los tuyos. No dejes a tu cámara que les robe ni un ápice de protagonismo a ellos.