Temperatura del Color, Balance de Blancos y Maneras de Ajustarlo

Por Jose Luis Rodriguez

Siguiendo con la serie de artículos dedicados a conocer mejor nuestra cámara, los mecanismos que nuestra cámara pone a disposición para ajustar la forma en la que recogemos esa temperatura a través del control de balance de blancos, y diversas maneras de realizar ese ajuste. Si no tienes claro el significado de la temperatura del color o no sabes bien cómo funciona el balance de blancos, despuñes de leer este artículo seguro que lo tendrás mucho más claro. ¿Repasamos?

Temperatura de color: ¿Qué es?

Probablemente, la definición más extendida de temperatura de color es la dominancia de alguno de los colores del espectro lumínico sobre los demás. Esta dominancia altera el color blanco hacia el rojo o hacia el azul.

La temperatura de color se mide en Kelvin.

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Corrigiendo la Temperatura del Color: El Balance de Blancos

El balance de blancos es un control de la cámara que sirve para ajustar el brillo de los colores básicos rojo, verde y azul (RGB) con el objeto de que la parte más brillante de la imagen aparezca como color blanco, y la menos brillante como negro.

Dependiendo de las cámaras, este control puede ser automático o manual, facilitando distintos modos preprogramados de balance de blancos y uno manual para poder realizar una medición antes de hacer la foto.

Ajustando el balance de blancos

Por defecto, lo normal es que nuestra cámara tenga seleccionado el modo de balance de blancos automático.

Es bueno que sepamos cómo seleccionar cualquier otro valor y, sobre todo, que vigilemos el valor que dejamos puesto antes de apagar la cámara si es que cambiamos su valor en algún momento.

Si lo cambiamos, simplemente tenemos que elegir el tipo que más se ajuste a las condiciones de luz: soleado, nublado, tungsteno, ...

La otra opción es ajustar un valor de forma manual cuando nuestra cámara lo permita. Técnicamente, necesitamos un objeto gris neutro, pero podemos realizar el ajuste con un objeto de color blanco (un papel, por ejemplo). Apuntando sobre él y pulsando el botón de calibración de blancos, la ganancia de las tres componentes de color se ajustará automáticamente para dar el mismo nivel de señal bajo las condiciones de iluminación en las que nos encontremos, obteniendo en nuestra foto unos colores próximos a los reales.

Tenemos accesorios para ajustar el balance de blancos que van desde el Expodisc o la cartulina de grises a métodos más caseros como son el uso de un filtro de café o una tapa de Pringles.

5 Cuestiones a la Hora de Elegir Teleobjetivo

Viernes 20 de febrero de 2009 por Jose Luis Rodriguez

Por Jose Luis Rodriguez

Cuando uno piensa en ampliar su equipo fotográfico, probablemente el primer objetivo en el que piensa es en un teleobjetivo. Teniendo en cuenta la amplísima gama de modelos en el mercado, uno siempre duda sobre los criterios que deben dirigir su elección. Y es que si ya en la cobertura de focales es diversa la oferta, incluso para una misma focal el mismo fabricante cuenta con modelos diferentes. En el siguiente artículo te facilitamos los criterios a tener en cuenta a la hora de elegir un teleobjetivo y te apuntamos los modelos más extendidos en el mercado.

Cuando uno piensa en ampliar su equipo fotográfico, probablemente el primer objetivo en el que piensa es en un teleobjetivo.

Aunque no hay un límite claro, se suele considerar un teleobjetivo (telefoto) a aquel que cubre una distancia focal superior a los 70mm en su equivalencia con la fotografía de 35mm.

A pesar de que hay objetivos todoterreno que cubren estas distancias focales como ya viéramos en un artículo dedicado a estos objetivos, vamos a centrarnos en esta ocasión en los objetivos que específicamente están diseñados para funcionar como teleobjetivos.

Cosas que mirar a la hora de elegir un buen teleobjetivo

1. La luminosidad

Normalmente, lo primero que miraremos (además del precio), es su luminosidad.

Los objetivos más luminosos presentan menos problemas a la hora de enfocar en condiciones de no demasiada luz, sobre todo, nos permiten disparar a velocidades más altas, usando tiempos de exposición algo más cortos.

Y es que, en un teleobjetivo, el tiempo de exposición es un factor crucial cuando no usamos trípode.

Desgraciadamente, los teleobjetivos luminosos (2.8) suelen tener un precio un tanto elevado para el aficionado medio, con lo que se convierte en una opción muchas veces inaccesible, siempre en función del dinero que le queramos dedicar a nuestro hobby cuando no vivimos profesionalmente de ello.

2. El estabilizador

Una buena alternativa o complemento a la luminosidad es el estabilizador.

Puesto que el uso de focales largas nos obligará a utilizar tiempos de exposición bajos para evitar que nuestras fotos salgan trepidadas en caso de no disponer de un trípode, el uso de un estabilizador si el objetivo (o la cámara) dispone de esta funcionalidad supondrá que podamos hacer fotos con tiempos de exposición mayores con ciertas garantías.

No todos los teleobjetivos cuentan con esta función, con lo que tendremos que comprobar si el teleobjetivo elegido dispone de esta ventaja.

3. El rango focal

Dentro de la familia de teleobjetivos nos encontramos con equipos de focal fija y de focal variable, y dentro de los de focal variable el rango de focales varía de unos modelos a otros.

Cuando vayamos a decidirnos por un modelo u otro, es bueno determinar que focales vamos a utilizar normalmente, ya que lo normal es que cada modelo funcione mejor con unas focales frente a otras, y normalmente, como se suele decir, "el que mucho abarca, poco aprieta". Puede que por elegir un rango focal más amplio estemos renunciando a la calidad en cada una de las posibles focales que apliquemos.

4. El precio

Al final el precio suele ser el resultado de la combinación de luminosidad, estabilización, rango focal y calidad. Seguro que cada objetivo vale lo que cuesta, pero no es menos cierto que al final tendremos un presupuesto limitado.

Así que, una buena manera de elegir un objetivo es fijar el precio máximo que estamos dispuestos a pagar por él y elegir el resto de factores dentro de las opciones que tengamos para elegir en el rango de precios que hayamos establecido.

5. Los análisis especializados

Mientras que podemos hacernos una primera idea sobre la calidad de la construcción con ver y tocar, el factor calidad de imagen es un elemento mucho más complicado de medir si no contamos con herramientas específicas.

Pero para resolver este problema, hay sitios especializados en la Red que realizan este tipo de análisis y comparativas a los que siempre podemos recurrir.

Y ahora, a elegir

Para seleccionar una serie de modelos y tratar de acotar lo más posible la lista, he optado por filtrar la búsqueda a la familia de zooms tele de focal variable con focales entre los 50-70mm mínimo hasta los 200-300mm de máximo, dejando fuera todos los objetivos de focales fijas.

Los más accesibles, 70-300

• Sigma 70-300 F4-5.6 MACRO APO DG
• Sigma 70-300 F4-5.6 MACRO DG (no APO)
• Nikon AF 70-300mm f/4-5.6 G
• Nikon AF 70-300mm f/4.5-5.6 D ED
• Nikon AF-S 70-300mm f/4.5-5.6 G IF-ED VR
• Canon EF 70-300mm f/4-5.6 IS USM
• Olympus ED 70-300mm f/4.0-5.6

Para bolsillos más holgados, 70-200

• Sigma 70-200mm f/2.8 EX DG Macro HSM II
• Canon EF 70-200mm f/2.8 L IS USM
• Nikon AF-S VR Nikkor 70-200mm f/2.8 G
• Tamron SP AF 70-200mm f/2.8 Di LD (IF)

8 Buenos Consejos para Mejorar el Fondo en tus Fotos

Por Jose Luis Rodriguez

Uno de los consejos básicos a la hora de componer una buena foto es vigilar el fondo. Un fondo inadecuado puede arruinar la que de otra forma habría podido ser una gran foto, y en la mayoría de las ocasiones, teniendo un poco de cuidado a la hora de hacer la foto, podríamos evitar perder ese gran momento. En el siguiente articulo te damos una serie de consejos con los que podrás mejorar en el futuro tus fotografías simplemente vigilando el fondo de la foto. ¿Te animas?

Cuando hacemos una foto, estamos recogiendo una escena con unas proporciones de alto por ancho. En esas proporciones mostramos todo lo que quepa, ya sea deseado o no. Y muchas veces escena sacando una porción de espacio Y es que en una foto una foto

1. Comprueba el fondo antes de disparar

Sin duda, esta es la primera acción a realizar. Cuando mires por el visor o la pantalla de tu cámara, fijate en toda la escena y no solo en el centro de interés.

Muchas veces estamos tan centrados en el elemento central de la foto que nos olvidamos de comprobar el resto de detalles, y si observamos el fondo cuando pasemos las fotos al ordenador o al papel, será demasiado tarde.

2. Mueve al sujeto

Si te has dado cuenta de que hay algún problema con el fondo de la foto, esta es la siguiente acción que probablemente realices. Puedes mover al sujeto pidiéndole que se mueva (si es una persona), o moviéndote tú.

Lo mejor en esta situación es que seas tu quién te muevas. Si se trata de un retrato, es probable que tu modelo se empiece a tensionar más de la cuenta si le empiezas a pedir que cambie de posición.

Si además no es una persona, ni siquiera te podrás plantear la opción de pedirle que se mueva, así que ya sabes: te toca moverte.

3. Cambia de ángulo

Se darán circunstancias en las que por mucho que te muevas alrededor de tu objetivo, no consigas un buen fondo. En ese caso, prueba a cambiar el ángulo desde el que estés haciendo la foto.

Apuntando hacia arriba o hacia abajo puede que consigas eliminar ese elemento del fondo que te está molestando. No obstante, ten en cuenta que un cambio de ángulo cambiará también el sentido de la foto.

4. Juega con la apertura

Como ya vieramos a mayor apertura del diafragma, más borrosos los fondos.

Si consideras que el fondo no aporta a la composición de la foto que estás realizando, prueba a abrir el diafragma lo que puedas, ajustando el resto de parámetros para que la foto quede correctamente expuesta.

5. Juega con la distancia focal

El otro factor que afecta a la profundidad de campo es la distancia focal empleada.

A igualdad de apertura, el fondo quedará más desenfocado cuanto mayor sea la distancia focal utilizada. Así que, si ispones de un objetivo de focal variable y quieres que el fondo salga más desenfocado, puedes probar a utilizar una focal más larga.

6. Llena el encuadre

Una siempre buena alternativa para eliminar elementos que puedan generar distracción en la foto es sacarlos de la foto.

Si consideras que algo no aporta a la composición, prueba a ajustar el encuadre para que tu centro de interés ocupe más espacio en la foto y esos elementos distractores queden fuera de ella.

7. Busca espacios abiertos

Este consejo puede resultar de "perogrullo", y la mayoría de las ocasiones no podremos aplicarlo porque no habremos planificado nuestra sesión fotografica, pero en caso de poder hacerlo previamente, piensa en un escenario con espacios abiertos, donde la distancia entre el frente (lo que queremos fotografiar) y el fondo sea la mayor posible.

Con estos espacios abiertos tendremos más libertad a la hora de usar determinadas aperturas y distancias focales para conseguir los fondos borrosos que deseamos.

8. Haz tu propio fondo

Si estás trabajando en casa y tienes un espacio que utilices habitualmente para fotografía, puedes crear tu propio fondo. Al fin y al cabo, así es como trabajan muchos profesionales en el estudio.

Puedes desde improvisar un fondo más o menos uniforme valiéndote de unas telas, hasta fabricarte tu propio portafondos. Hace tiempo nuestro buen amigo Pisapdales explicó en el foro cómo construyó el suyo ayudándose simplemente de unos tubos de PVC, pinzas y tela. Su sistema sirve para hacer un portafondos de cualquier tamaño.